Queja o nostalgia, llamale como quieras.
En mi infancia escuchábamos los vinilos con tangos de Darienzo o Troilo mezclados con las novedades que llegaban desde Liverpool y compartía el tío Pepe con muestras gratis que le enviaba la CBS.
Luego vinieron los casetes y los magazines, pero lo magnético fue efímero ante la llegada de los CD.
Mientras tanto en los laburos fuimos de la birome, la Lexington 80 y el carbónico, a las eléctricas Olivetti Tekne, Brother o Panasonic, mientras llegaban -santas bendiciones- las fotocopias y el fax.
A Maria Julia hay que reconocerle, ademas de sus excesos oligárquicos, que destrabó la provisión de lineas telefónicas, aunque poco después se impusieron los celulares de Movicom y Nokia.
Pero a partir de fines del siglo pasado las estrellas fueron las computadores.
Los chicos nerds accedían a las Commodore y Atari, la ex La Primera destinaba una pecera de 4 x 8 metros con refrigeración para albergar un procesador de datos (con tarjetas perforadas) que tenía una capacidad insignificante comparada con los dispositivos que llevamos hoy en nuestros bolsillos.
Una empresa local comenzaba a prestar servicio de procesamiento de datos, especialmente de facturación, a la Cooperativa Eléctrica y pymes locales.
Cuando pisamos el XXI todo se aceleró, es historia más reciente y por eso omitimos detalles (sólo suelto algunos nombres de la vanguardia caduca: Altavista, Yahoo, Siemens, IBM, Compaq, Blackberry, MySpace, Blockbuster, y seguirán..)
Hoy la Inteligencia Artificial nos sorprende cada semana.
Deepseek se llama una empresa china que este lunes demostró hacer IA mejor y mas barato que los gigantes yanquis.
El miércoles aparecen otros diciendo que la superan.
Los pasos de los avances no son mensuales, son diarios, y los escalones cada vez más altos.
Algunos tienen miedo, otros vemos oportunidades.
Pronto lo sabremos.