CONFORMES Y SEGUROS

Todos conformes dice que se dice el cronista.
Se reunieron los ediles con los agentes del orden y seguro que estaremos más seguros. Pero si alguna inseguridad perdura seguro que será eliminada por los fríos ojos de las cámaras de vigilancia, que vienen marchando a paso redoblado para cuidar nuestras vidas y nuestros bienes.

Las simplificaciones responden en unos casos a comodidad (si hay bronca hay que llamar a los de las gorras y sacarse la foto), a estrechez visual e ideológica en otras.


Salvo algún aporte externo transitorio, el elenco del choreo es un equipo relativamente reducido y estable, que se va renovando a partir de las mismas fuentes.
No tenemos aquí bandas organizadas ni organizaciones mafiosas que armen bardos graves, solo los hijos de la inseguridad.
De la falta de seguridad en el acceso a los derechos más básicos, como la educación, trabajo y vivienda. Eso que sembraron las últimas tres décadas del siglo pasado y que, admitamos, vamos demasiado lento en revertir.

En nuestra región esa privación de derechos la sufre ostensiblemente al menos un cuarto de la población, mientras otro sector exhibe pornográfica ostentación.
Allí está la cantera que luego rebasa las penitenciarias, sus edades varían entre  14 y 22, pero todos tienen algo en común, vienen de hogares con pobrezas diversas.
Los pedidos de mano dura los tienen como objetivos y los estigmatizan, y con ello judicializan la pobreza y profundizan la violencia social.
Pero pensar y encargarse de eso es más complejo, claro, que una foto y ocho cámaras.

RECALCULANDO..



Como integrante de una corriente interna del Frente para la Victoria en el Partido de Trenque Lauquen en su momento marqué diferencias con la candidatura del actual Intendente. Aún así, una vez resuelta la competencia interna, no dudé en alinearme sosteniendo que, a la vista de lo que había enfrente, era la mejor opción.
Ello no implicaba dejar de tener mis reservas, dudas y temores.
Lamentablemente, mucho de lo que temía está ocurriendo (y hasta con mayor velocidad de lo esperado), por lo que creo necesario llamar al debate y la reflexión de los distintos sectores, militantes y adherentes para corregir el rumbo antes que sea demasiado tarde.

Desmovilización
Es preocupante ver como se han desmovilizado todos los grupos políticos que trabajaron intensamente durante la campaña electoral finalizada en octubre pasado. Los que adherían a las candidaturas locales tanto como los que lo hicieron a partir de su compromiso con el proyecto nacional y, en menor medida y sólo por ello, apoyaron a las candidaturas locales del Frente.
Esa desmovilización y drástica caída en la participación política se ha dado, lo que la torna más grave, en casi todos los jóvenes que desde distintas pertenencias comenzaron a interesarse en la política especialmente convocados por las propuestas de Néstor y Cristina, y también de Jorge Barracchia.

Perfil político
La renovación parcial del equipo de funcionarios se inició en el interinato posterior al fallecimiento de Jorge Barracchia en enero de 2011, en el que se generaron cambios en áreas importantes. A partir de diciembre pasado tanto las permanencias como la mayoría de las incorporaciones han desdibujado el perfil político del Ejecutivo. Claro que esto no se dice en desmedro de los convocados, vecinos irreprochables, pero desde el análisis puramente político tenemos que la actual composición arroja un “mix” de independientes, filoradicales y peronistas con poca o ninguna vinculación con la fase kirchnerista del justicialismo iniciada en 2003. Lejos de cualquier posición sectaria o excluyente debe señalarse que la participación pluralista siempre se convoca desde proyectos claramente expresados. Entonces, tal vez que las mayores dificultades pasen por ese lado.

Proyecto y liderazgo
Sigue sin quedar claro un rumbo estratégico y proyectos específicos a nivel local y regional.
Las obras públicas no puede ser el único eje de gestión, y menos cuando se visualiza una notoria ralentización en su desarrollo y frecuentes errores en las ejecuciones.
La falta de atención y gestión a los temas centrales de la región van  haciendo perder la gravitación que nuestro distrito debe tener.
Las dificultades de comunicación con los estamentos dirigenciales internos y externos a la administración municipal repercute en la motivación de los operadores, en el aprovechamiento de los recursos humanos y materiales disponibles y –finalmente- en la calidad de los servicios.
El enfoque erróneo en temas tales como la “inseguridad” hace perder de vista las cuestiones sociales subyacentes, y uniforman las posiciones oficialistas con los “remedios” simplistas de la derecha vernácula.
No hay intercambio de opiniones hacia los grupos que están afuera del círculo gobernante, para alimentar y fortalecer hacia adentro.

La receta.
Como se arreglan estos problemas no lo sé. Pero seguro que comienza por asumirlos, hacerse cargo de ellos y debatir soluciones. El “GPS” es sin duda político, aunque a algunos no les guste. 
Recalculemos el rumbo.