ACCESO A LA TIERRA PARA PEQUEÑOS EMPRENDIMIENTOS INDUSTRIALES


Ante el agotamiento de tierras en el SIP, el nuevo desafío

 El Sector Industrial Planificado (SIP) de Trenque Lauquen se diseñó en la década del 80  y  fue oportunamente reconocido mediante un decreto provincial. Afectó a la Chacra 244  situada al Sudeste de la ciudad, contra la Ruta Nacional 5. La mayor parte de la misma fue asignada a la firma Mastellone y el resto subdivido en varias parcelas de menor superficie. En esta última parte del SIP el ritmo de ocupación fue lento durante la primera década, incrementándose paulatinamente hasta llegar en los últimos años a la mayor cantidad y frecuencia de solicitudes.

El sistema utilizado para el otorgamiento de tierras en ese Sector ha tenido el mérito de evitar un problema muy común en  parques industriales de otras regiones, cual es la adjudicación de parcelas para emprendimientos que luego no se inician o se inician pero fracasan, dejando un alto porcentaje de tierras ociosas.

En nuestro caso primero se otorga una concesión de uso gratuita por tiempo determinado, con cargo del cumplimiento de inicio del proyecto y de un porcentaje de desembolso efectivo de la inversión programada. 

Si ello no se cumple, se revoca la concesión y el municipio recupera la parcela. Si la empresa cumple los objetivos iniciales  pasa a tener derecho a la transmisión del dominio a su favor por un precio “subsidiado”, es decir significativamente menor a los del mercado. Aún así, el dominio que adquiere queda con carácter revocable ante ciertas situaciones puntuales, por ejemplo el cambio del destino industrial o la quiebra de la empresa. 

Tan exitoso ha sido el mecanismo que hoy podemos decir con orgullo que el SIP tiene prácticamente plena ocupación de las parcelas que lo constituyen. 

Pero eso a la vez representa un problema y un desafío.

Vemos con preocupación que los últimos pedidos han tenido que ser rechazados.  En algunos casos se pretendía la subdivisión de ciertas parcelas que, si bien están ocupadas, los emprendimientos que funcionan en ellas sólo utilizan una parte –en ciertos casos representan solo un tercio-  y se contaría con la conformidad de los actuales usuarios para la cesión parcial del terreno. Existen obstáculos regulatorios para tales divisiones que merecen ser analizados, especialmente para poder removerlos en casos de actividades de bajo impacto ambiental que puedan desarrollarse en superficies menores.

Por otro lado, existen disponibles otras tierras de propiedad de particulares cuyo uso industrial ha sido definido por el último Código de Zonificación, pero que sus valores quedan fuera del alcance de los emprendimientos de menor envergadura.

Más allá de los tamaños, cada proyecto viene acompañado de sueños y esfuerzos de vecinos emprendedores que además  proponen -nada menos- generar puestos de trabajo. Buscar los mecanismos que faciliten su desarrollo es nuestra responsabilidad, en línea con un modelo nacional que ha demostrado que la industrialización, el desarrollo del mercado interno y la generación de nuevos puestos de trabajo son objetivos posibles.