Encabezando la agenda común: AGUA POTABLE.

La ola de calor de esta semana de enero subrayó la gravedad de un problema que no es nuevo ni desconocido. También hubo problemas en Beruti. La actual gestión municipal de Trenque Lauquen, que transita su séptimo año, no ha aportado soluciones de fondo.
Sólo frases hechas y remiendos, mientras aparece la participación ciudadana.

MAL DE MUCHOS NO ES CONSUELO.
La escasez de fuentes, que se obtienen solo desde napas freáticas, no son un problema exclusivo de Trenque Lauquen sino de una amplia región de la Provincia.
Mal de muchos no debería ser consuelo, ni impedimento para mejorar el servicio en la medida de las posibilidades existentes.
La escasez y mala calidad del agua para consumo lidera por lejos el listado de nuestro problemas comunitarios.
Pero para alcanzar soluciones deberían primero reordenarse ciertas prioridades.

EXTRAÑAS PRIORIDADES
Durante los cuatro primeros años del gobierno de “Cambiemos", aparte de algunas inversiones enfocadas en salud y una parte de la red de cloacas, la inversión más importante del gobierno municipal prefirió direccionarse a la renovación del Acceso Garcia Salinas, una multimillonaria inversión que relegó el turno para el acuciante tema del agua.
Hoy en día los esfuerzos oficiales están concentrados en terminar de una vez la prolongada obra de refacción de la Plaza San Martín, otra elección que se vincula más con lo ornamental que con lo estratégico.

ASIGNATURAS PENDIENTES
En abril de 2021 el hidrogeólogo Jorge Mugni, un profesional reconocido en la materia que ha asesorado a distintas administraciones municipales durante las últimas décadas, presentó un informe al Intendente con un "menú de opciones” para atacar el problema del agua, aclarando que debía ser el mandatario el encargado de divulgarlas, lo que sigue hoy en misterio.
Trascendió sin embargo que el primer puesto entre las prioridades lo ocupa la necesidad del recambio del acueducto Mari-Lauquen a Trenque Lauquen, totalmente obsoleto, construido con materiales que han caducado y facilita innumerables pérdidas.
El reemplazo de pozos agotados, incorporación de nuevos, la regularización de conexiones clandestinas, campaña de concientización, control de consumos abusivos, facilidades para bombas domiciliarias, aplicación efectiva de los dobles circuitos, y el polémico suministro a industrias lácteas son otras partes de la necesaria agenda.
Ante la desidia del gobierno local, el tema esta siendo visibilizado por grupos de vecinos autoconvocados, cada vez más numerosos y comprometidos.
En fin, urge lograr mayores inversiones, afrontar los problemas, cuidar el recurso, ganar eficiencia en transporte, distribución y uso.